Cuidado con lo que deseas princesa
Había una vez una princesa que vivía en el castillo de Victory. Se llamaba Emily. Sus padres Tom y Karen siempre le habían dado todo lo que quería, cuando ella tenía un capricho, ellos lo hacían realidad al instante. Nunca había conseguido nada por sí misma porque estaba acostumbrada a que lo lograba todo con tan sólo pedirlo. Si competía en tiro con arco contra plebeyas del Reino, ella siempre ganaba el primer puesto. Si alguien hacía una gracia que llamara la atención, Emily siempre intentaba llamar la atención con anécdotas y chistes, que aunque no tuvieran gracia, los demás siempre se las reían. Vivía en un paraíso terrenal. No tenía que esforzarse absolutamente en nada y su vida era perfecta. Una tarde apareció en el castillo un hada madrina. Se le apareció a la princesa cuando se encontraba en sus aposentos. - Te concederé 3 deseos, lo que me pidas bella Emily - le dijo el hada. - No sé qué pedir puesto que de todo poseo. - Tras unos breves segundos - Deseo ser la p