Una bonita historia de amor

Candela ya no creía en las relaciones. Llevaba 4 años con su novio y todo eran malas caras, malos gestos. Así que los dos decidieron terminar, para qué sirve alargar una historia que no tiene futuro.

Unas semanas más tarde estaba con unos amigos en un bar, le dijo a una amiga que se iba al servicio y de camino un chico se le arrodilló "Me llamo Edu". Ella se quedó con cara de poker y sin darle ninguna importancia entró en el baño. Al salir el mismo chico se le volvió a arrodillar y le dijo "¿Te quieres casar conmigo?". Ella le respondió un poco borde para quitárselo de encima, pero él insistía "Que te lo digo en serio". Candela no estaba por la labor de aguantar a un pesado, así que cuando él le preguntó cuál sería el siguiente bar al que iban a ir, ella le mintió.

Candela y sus amigos cambiaron de bar y ella se sentía aliviada porque no tenía ganas de hablar con un tío después de lo vivido con su ex. Al rato apareció Edu. Candela puso cara rara y él le confesó que como no se fiaba de su palabra, había preguntado a sus amigos que dónde iban a estar. Fue transcurriendo la noche y ellos se la pasaron hablando, había química.

Cuando cerraron los bares y los amigos de Candela se fueron a casa, ella y Edu estuvieron hablando en un portal. Candela sonreía, se sentía bien con ese chico y cuando llevas tiempo desilusionada, no hay nada mejor que alguien que te haga vibrar. Cuando amaneció se despidieron, había sido una noche larga, muy intensa y muy bonita. Pero no hubo beso.

Tampoco se habían intercambiado los móviles y Candela no sabía si él estaría o no interesado en volver a verla. Pasaron dos semanas, ella volvió a salir con sus amigos y de repente en un bar, Edu y ella se volvieron a encontrar. Desde entonces no se han separado.

Ocho años más tarde él le llevó por sorpresa al mismo portal donde estuvieron la noche en que se conocieron, se arrodilló y le dijo "Hace ocho años te lo pedí y no me respondiste. ¿Te quieres casar conmigo?". Tuvieron una boda preciosa, una luna de miel en Nueva York y México. Me encanta esta pareja, la conexión que tienen y lo mucho que se quieren. Viéndoles se ve el amor verdadero, el respeto, la complicidad.

Hoy hablando con Candela le preguntaba por el secreto de estar así de bien con alguien y ella me ha contestado "Tener cada uno su vida aparte, sus amigos, sus planes, sus viajes, respetar lo que el otro quiere. Cuando estamos juntos hacemos planes que nos gustan a los dos. Pero yo le dejo su espacio y él me deja el mío". Y estoy totalmente de acuerdo con ella, creo que realmente eso es muy importante, el saber estar juntos y disfrutar de esos momentos y a la vez saber separar las vidas, siempre que no hagas daño a quien tienes a tu lado con tus decisiones o rompas la magia que os mantiene unidos.

Gracias por tu historia Candela, te deseo lo mejor. Un beso amiga.


Para toda la vida

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