Almas gemelas
Se sentía muy pequeñito. Tanto que un garbancito hubiese podido ser aún más grande que él. Su corazón latía lentamente, pero cuando ella pasaba a su lado bombeaba más y más fuerte. A veces sentía que se le iba a salir del pecho. "Es Amor" le dijo una vez su mamá. Y él se ruborizaba y se hacía pequeño de nuevo. Temía sentirse vulnerable, sentía miedo de entregarse y que le lastimaran. En otra vida anterior le había pasado, además con ella, y no quería que le volviese a suceder. Quería aprovechar la oportunidad que le habían concedido de poder ser libre nuevamente, aunque se sintiese pequeñito cada vez que se cruzaban. ¿Ese es el sino de la reencarnación? ¿Encontrarnos nuevamente con el amor de nuestra vida una y otra vez? ¿Volverse a abrir y que nos rompan el corazón? "No, esta vez no lo permitiré" se decía a sí mismo, pero siempre acababa cayendo en la tentación de su amada, se entregaba y acababa con el corazón roto en pedacitos. Una y otra vez. Y aunque él