Riega las plantas Sam
Este relato está basado en Phedre Fitton y su marido Nigel. Me encantó su historia cuando la leí en la prensa y he querido hacerles un homenaje. Ella dejó un legado muy importante a su familia, el humor a pesar de las adversidades. Mary y Sam estaban hechos el uno para el otro. Se conocieron en el instituto, se casaron al terminar la universidad y tuvieron 3 hijos, dos niños y una niña. Su relación estaba basada en la confianza, el amor, el respeto y las bromas. Mary disfrutaba siempre chinchando a su marido. Cuando llevaban juntos 40 años, ella llamó a la radio para que un locutor se hiciese pasar por su amante y llamase a Sam y claro, éste picó como de costumbre. Ella pasó años riéndose de su marido, pero con cariño, como una buena esposa. A los meses de haber cumplido 60 años juntos, Mary empezó a encontrarse mal y un día que no aguantaba del dolor de espalda fue con su marido a urgencias. Una prueba tras otra y ella que no mejoraba, los dolores no desaparecían. Se pa