Mi banco
Mi banco preferido se parece a muchos otros, pero no es igual. Su asiento y respaldo son de madera y sus reposabrazos de acero y color negro. Hasta aquí todo normal, pero es que es único, mágico, especial. Está viejito por el paso del tiempo y de los sentimientos que aquí se quedan: ilusiones, desilusiones, preocupaciones, alegrías... este banco aguanta con todo lo que le echen. Y hasta puede con las lágrimas más tristes y amargas, no todos los bancos pueden con eso. Las vistas no pueden ser más bonitas, un estanque con un par de cisnes negros y patos. Y a la izquierda un palacio blanco precioso. Y es que en este reino es lo que tenemos, sitios maravillosos. Mis padres, los Reyes de Treeland, han querido cambiar mi banco por uno más lujoso y moderno, pero yo siempre me he negado. A mí me gusta mi banco. Cuando termino de consultarle mis preocupaciones o alegrías paseo por una gruta que tiene a escasos metros y al salir continúo subiendo la ladera de la montaña Whitemoon.